Abstract
La Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) analizó un caso de despido incausado de una preceptora en un colegio privado, tras hacer pública una relación con un exalumno. Se cuestionó si hubo trato discriminatorio. La CSJN revocó la sentencia que rechazaba la demanda, calificándola como arbitraria y reconociendo la aplicación de la Ley 23.592 en relaciones laborales privadas. Se destacó un problema de prueba, exigiendo a la actora demostrar discriminación, lo cual resultó imposible. El caso confirma la jurisprudencia que permite cuestionar despidos incausados por posible discriminación, reconociendo la carga de prueba al empleador para demostrar la ausencia de discriminación. Es relevante en el contexto de apertura social y aceptación de diversidad en relaciones y elecciones personales.
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