Abstract
Durante más de dos siglos se sostuvo que las labores de campo son de “sol a sol”, por lo
que las normas que limitan la jornada de trabajo no deberían aplicarse en ellas. (Manochio,
2019).
Sin adentrarnos a una descripción minuciosa en el tiempo de la legislación laboral del
trabajador rural, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos, que fue recién con el Estatuto
del Peón de Campo, sancionado por decreto 28169/44 y ratificado por Ley 12921, que
comenzó a pensarse en los trabajadores rurales, y en cómo protegerlos. (Egan, 2013).
Pasaron varios años para que “el trabajo de campo” vuelva ser la preocupación de nuestros
legisladores. Fue en el año 2011 que se sanciona la Ley 26727, que significó cambios
fundamentales para estos trabajadores.