Abstract
La sociedad como un todo evoluciona, y con ello llegan nuevos cambios de
paradigma que obligan a entender al ser humano desde nuevas concepciones; una de estas
nuevas perspectivas queda determinada por la búsqueda de la erradicación de la violencia
ejercida contra la mujer–en todos sus tipos-. A raíz de ello, la perspectiva de género abre
las puertas a una concepción formulada sobre nuevos cimientos jurisprudenciales que
demandan una justicia ajustada a estos nuevos esquemas de concepción.
En este sentido, resulta sumamente interesante profundizar en el análisis de una
temática que actualmente se enrola en un desarrollo contundente, dado que esta nueva
perspectiva repercute directamente en el empoderamiento de la figura de la mujer como
un ser merecedor de una protección que la coloque en plano de igualdad con respecto a
la figura del hombre entendido desde su individualización sexual o autodeterminada.