Abstract
En las relaciones de trabajo se pueden presentar distintas situaciones, sean estas
benefactoras o perjudiciales para las partes que la conforman. Así, tanto el empleador
como el trabajador pueden inocular conductas conducentes a complejizar las relaciones
interpersonales necesarias para el correcto desarrollo de las actividades en los
establecimientos de trabajo. Esta cuestión conforma un arma de doble filo, ya que no
solo se prestan para generar situaciones fraudulentas por parte de los trabajadores-
quizás forzando despidos, por ejemplo-, sino también comportamientos recurrentes y
sistemáticos en manos de la patronal que según la doctrina podrían incurrir en un daño
irrecuperable a las partes.