Abstract
Los últimos sucesos naturales ocurridos y que son de público conocimiento,
nos dan cuenta que la naturaleza intenta llamar nuestra atención desde hace
tiempo; catástrofes naturales, pandemias, cambios climáticos, son algunas de las
realidades con las tuvimos que aprender a convivir hoy en día. Tal vez un
cambio de hábito en nuestras actividades cotidianas, en nuestra manera de
relacionarnos con el medio o una toma de conciencia sobre nuestro futuro en la
tierra, son algunas de las cosas que tenemos pendientes como personas y le
debemos a la madre tierra, pero más allá de esto, constituye uno de los derechos
impuestos en la Carta Magna y reflejada en los propósitos del art. 41 de la CN.,
que expresamente dice:
Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto
para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las
necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen
el deber de preservarlo.