Abstract
El contexto actual demanda de la escuela la necesidad de formar a los niños para
la participación democrática, siendo responsable de brindar experiencias que posibiliten
la construcción de principios relacionados a la libertad, autonomía, respeto, y
convivencia ciudadana .
Pensar la participación democrática implica, retomando los aportes de Cullen,
(2004) una ciudadanía activa y responsable y no meramente el ser sujeto de derechos y
obligaciones. En la convivencia social estamos comprometidos todos. Lo que importa es
comprender críticamente la forma de organización social, y desarrollar el sentido de
solidaridad, no solo como obligación moral, sino como responsabilidad ciudadana
misma.
Esta propuesta de intervención está destinada a ser un instrumento que permita
pensar los Acuerdos Escolares de Convivencia como un dispositivo que favorezca el
desarrollo de prácticas institucionales vinculadas a una cultura democrática.