Abstract
Pensar el aprendizaje como algo aislado y abstracto es no pensar en la educación. Pensarla como un proceso direccional y rígido tampoco es el camino correcto. El aprendizaje de una persona está atravesado por múltiples elementos y entre ellos, el que hoy toma protagonismo en el presente trabajo de investigación, es el emocional. Las emociones influyen durante toda la vida y la escuela no es ajena a esto. Las emociones intervienen al momento de integrar y procesar la información y en definitiva a la hora de aprender, es por esto que los docentes no deben ni pueden estar ajenos al desafío de mirar con otros ojos a la educación, repensar su rol docente y ofrecer una pedagogía innovadora que brinde contenidos, pero también que contenga y comprenda al alumno.