Abstract
Es común pensar que nuestro moderno concepto de autonomía personal (AP) no ocupa un lugar importante en el pensamiento ético de Kant, si es que ocupa alguno. En contra de esta extendida idea, sostendré aquí que su rol no podría ser más destacado. Para ello, ofreceré primero un esbozo del significado del término. Analizaré luego la investigación de Waldron sobre la posibilidad de ubicar la AP dentro de las reflexiones kantianas sobre la búsqueda de la felicidad. En tercer lugar, revisaré la tesis de Taylor de que una AP propiamente kantiana debe ubicarse dentro del espacio de latitud que dejan los deberes imperfectos de la Doctrina de la Virtud. Pasaré luego a defender mi tesis: toda la filosofía moral kantiana, i.e., tanto el primer principio como los deberes de allí derivados, puede pensarse como una estructura normativa orientada a la defensa y promoción de la AP. Ello porque este concepto está inscrito en la idea misma de humanidad (la capacidad de fijarse a uno mismo fines, tanto morales como de otro tipo) contenida en la segunda fórmula del imperativo categórico