Abstract
Desde vieja data se ha alegado en innumerables litigios la existencia de relaciones
de trabajo encubiertas bajo una clásica figura del derecho de los contratos conocida como
contrato de locación de servicios. Este argumento ha sido esgrimido en incontables
oportunidades y ha obteniendo los resultados más variados posibles en los estrados
judiciales, desde convalidación de la existencia de la pretendida relación de trabajo, hasta
el rechazo total de la pretensión por no haber logrado acreditar ninguno de los extremos
que permitan al magistrado sentenciante inferir que efectivamente existía relación de
dependencia entre las partes del contrato.
DESTACADO