Abstract
Nuestro ordenamiento jurídico a partir de la reforma de 1994, ha ampliado y
fortalecido el ideal de igualdad y el principio de no discriminación, con una perspectiva
más estructural y sensible a ciertas necesidades sociales inevitables de posponer como es
el caso de la violencia de género, motivo por el cual adhirió a la Convención
Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer