Abstract
Durante décadas los trabajadores debiero soportar la marcada desigualdad que existía para ellos en relación al vínculo con sus empleadores. La búsqueda de resguardar sus derechos chocaba contra un halo de desprotección que hacía prácticamente imposible hacerlos valer.
Actualizaciones normativas, la adhesión argentina a tratados internacionales de derechos humanos con rango constitucional y la transición hacia un estado social de derecho, producto de un notorio avance en materia política, económica y social vina a achicar la asimetría que existía en las relaciones laborales (Berizonce, 1987). El trabajador, considerado el débil jurídico a tutelar, se encontró con una serie de normas que le permitieron sentir mayor seguridad al momento de hacer vales sus derechos.
Uno de los derechos fundamentales que garantiza esta situaciónes el acceso a la justicia. Para ello era imperioso que se imponga la gratuidad de costas durante el proceso para así evitar trabas que restrinjan la posibilidad del trabajador al órgano jurisdiccional.
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