Abstract
Vivimos en una sociedad repleta de barreras culturales e históricas y estereotipos
fuertemente arraigados de estructura netamente patriarcal, caracterizada por relaciones de
genero basadas en la desigualdad y en la mayor jerarquía masculina. Resulta ilógico e
incomprensible que transitando pleno siglo 21 las mujeres debamos soportar todo tipo de
situaciones cotidianas de abusos y desmedros para con nuestro género. Nos encontramos en
una lucha constante en igualar derechos entre hombres y mujeres, en deconstruirnos formando
nuevas miradas para lograr un futuro distinto para nuestras próximas generaciones. Sentimos la
imperiosa necesidad de que los actos de violencia que padecemos sean condenados y
erradicados en todas sus manifestaciones.
DESTACADO