Abstract
Actualmente y más allá de los progresos conseguidos por las mujeres en su lucha
por la defensa de sus derechos, y la gran cantidad de instrumentos legales internacionales
y nacionales en materia de Derechos Humanos, se hallan aún acciones y prácticas que
generan actos discriminatorios hacia la mujer por cuestiones de género (Guadagnoli,
2013). Esto se observa, en gran medida, en el ámbito del derecho laboral, en donde se
producen variadas transgresiones fundadas en su género, como limitar puestos laborales
en una empresa, diferenciar vestimenta en el lugar de trabajo, la imposibilidad de acceder
a trabajos por requerir ciertas características que se alejan de la mujer, como sexo que se
halla ya de por sí en cierta desventaja corporal con respecto al sexo masculino.