Abstract
La violencia contra las mujeres ha sido reconocida como un problema que afecta
la igualdad y la paz, al mismo tiempo que advierte sobre la condición histórica y
sistemática de vulnerabilidad de las mismas.
Esto ha llevado a conferir un carácter determinado al reconocimiento y a la
protección de la mujer bajo una especialización de derechos humanos, al pertenecer a un
grupo que está expuesto a violaciones específicas y que requiere una protección reforzada,
ya que lidia con patrones universales de discriminación y violencia, así como de falta de
acceso a la justicia no solo en su calidad de víctimas u ofendidas sino como probables
responsables de un delito.
DESTACADO