Abstract
Vamos a analizar el caso de un médico llamado Adrián Pastore que
trabajó en el Hospital Italiano por 25 años como anestesiólogo pediátrico, hasta
que, al labrársele un sumario administrativo por irregularidades en el desempeño
de sus tareas, el hospital decide desvincularlo de sus funciones. Pastore inicia así
un reclamo judicial para cobrar las indemnizaciones que le corresponden por
haber sido despedido sin justa causa, y el Hospital Italiano le niega ese derecho
porque sostiene que el vínculo que los unía era una locación de servicios. El caso
llega a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (en adelante CSJN) mediante
el recurso de queja y da lugar al fallo que vamos a tratar en este trabajo
académico.