Abstract
El comportamiento del hombre frente a la naturaleza y sus elementos ha ido
evolucionando progresivamente en el sentido del máximo aprovechamiento de los
recursos naturales a través, por ejemplo, de los nuevos modos de producción u otras
actividades empresariales. Dependiendo de las circunstancias históricas y del lugar, se
han adoptado distintas conductas y estrategias (Hutchinson, 2007).
En este sentido han dicho Mosset Iturraspe, Hutchinson y Donna (1999) que la
degradación del ambiente está ligada a la industrialización, producto de un crecimiento
económico realizado generalmente de forma irracional, en nombre de un crecimiento
que se creía ilimitado y de las leyes de mercado que sustentan la racionalidad de la
ganancia a corto plazo. Lo que ha generado consecuencias negativas en la calidad de
vida de la humanidad.