Abstract
Históricamente la cuestión de la asignación del hogar que fuere asiento de la
familia, ante una ruptura, ha generado amplios debates e incluso contiendas judiciales.
En paralelo a estas situaciones de ruptura familiar, máxime cuando existen hijos
menores de edad, la cuestión de la asignación del inmueble en el cual conviviera la
familia, genera grandes debates (Goitia, 2007) El progenitor que ostente el cuidado de
los hijos menores es privilegiado a la hora de tomar esta determinación, considerando el
Interés Superior del Niño como norte; a fin de garantizar a los niños, niñas y
adolescentes la vivienda. Sin perjuicio de ello, en muchas ocasiones los hijos ya son
mayores e independientes, o no han tenido descendientes; donde nuevamente se plantea
la cuestión a decidir: quien será el elegido para continuar en el hogar.