Abstract
La violencia de género, tan conocida y reconocida en los últimos años, ha pasado a tener
un papel preponderante en nuestra sociedad en materia de delitos desde cualquier óptica. Sin
importar estratos sociales, condiciones económicas, vínculos afectivos e incluso cuando éste es
inexistente entre víctima y victimario, la violencia de género ha pasado a ser moneda corriente en
los noticieros. Es de reciente data la visibilización del flagelo de las violencias, su trato urgente
por parte de los Poderes del Estado y la implementación de la perspectiva de género en la toma de
decisiones en las políticas públicas, sanción de las leyes y en sentencias judiciales. Ello, producto
de la lucha constante de grupos feministas y de mujeres en contra de las desigualdades y elevadas
cifras de muertes de mujeres víctimas de la violencia machista.
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