Abstract
La discriminación por género dentro del ámbito laboral es una problemática social
que urge erradicar. Para ello, es necesario respetar los derechos constitucionales de
igualdad y no discriminación que suelen ser segregados en perjuicio de las mujeres. De tal
modo, es válido mencionar que los derechos de las mujeres se encontraron reforzados tras
la reforma constitucional del año 1994. Al ser dotados con jerarquía constitucional diversos
tratados internacionales de derechos humanos, como es la Eliminación de Todas las Formas
de Discriminación hacia las Mujeres (CEDAW), se generó un cambio de paradigma que, a
mi entender, comienza a filtrarse en los poderes del Estado. Así, se sanciona la ley
No26.485 de Protección Integral a las Mujeres, como también la jurisprudencia comienza a
formar un haber de fallos con perspectiva de género en virtud de las obligaciones
internacionales asumidas por la República Argentina.