Abstract
En la marcha cíclica de la economía es natural enfrentar momentos de inestabilidad y crisis.
Las herramientas financieras, que siempre resultan de vital importancia, toman todavía un
mayor protagonismo cuando se necesita de éstas no para crecer, sino para intentar
sobrevivir. En el mundo de las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMEs) y, puntualmente,
en el de las caracterizadas como familiares, acceder a las líneas de financiamiento externas
conlleva todo un reto, fenómeno que goza de gran interés debido a la importancia de éstas
en el mercado, por lo que resulta primordial dilucidar en qué medida las alcanzan. Se
desarrolló una evaluación sobre el caso de seis empresas familiares, analizando cada
situación particular, pretendiendo contribuir con información al respecto del proceso y de
los obstáculos más sobresalientes del mismo.