Abstract
La vida es el bien jurídico por excelencia que protege la ley penal, ya que asegura su
resguardo desde el comienzo, en la concepción y durante todo su desarrollo. En las últimas
décadas se ha ido visualizando la violencia contra las mujeres en su ámbito laboral y familiar
a nivel mundial atentando contra la vida de las mismas.
Debido al creciente número de muertes de mujeres en nuestro país perpetradas en su
mayoría por su pareja, cónyuge o concubino; atendiendo a los compromisos asumidos
internacionalmente como es La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (en adelante CEDAW por sus siglas en inglés), nuestros
legisladores intentan aportar soluciones a la problemática de género. Es por este motivo que
en diciembre de 2012 se sanciono la Ley N° 26.791 que introdujo la figura del femicido en
nuestro ordenamiento