Abstract
No es novedad ni noticia que todos los días se observa la violencia de género que
abunda en las calles de nuestro país. Al abrir el periódico, al encender la televisión o la
radio nos enteramos de nuevos casos de una o más mujeres golpeadas, insultadas y en su
peor caso muertas.
Pero tenemos también la otra realidad, aquellas mujeres que se cansan de ser
maltratadas, de que las coloquen en un lugar que las convierte en inferiores, aquellas
mujeres que sacan todas sus fuerzas para dejar de ser agredidas, golpeadas y se
defienden, ante ese sujeto que puede ser un extraño, su pareja o hasta su propio padre, y
deciden ponerle un fin a esa situación que las atormentaba, que las dejaba marcadas tanto
física como mentalmente.