Abstract
La protección ambiental a nivel mundial ha alcanzado en las últimas décadas
mayor relevancia en pos del cuidado y de los recursos naturales que conforman el
ambiente. Argentina no quedo al margen de los acontecimientos y en el orden
interno resguarda la tutela ambiental en la Constitución Nacional; así mismo y en
consonancia con la protección ambiental, la normativa específica sobre la materia se
encuentra receptada en la Ley General del Ambiente1. El mencionado cuerpo
normativo, define el daño ambiental como: “toda alteración relevante que modifique
negativamente el ambiente, sus recursos, el equilibrio de los ecosistemas, o los
bienes o valores colectivos.”2