Abstract
La protección de un medio ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo
humano, no solo para las generaciones presentes sino también para las futuras, debe ser
el eje rector de nuestro comportamiento y, no menos relevante, un deber de cuidado para
toda la humanidad ya que como puede observarse en innumerables ocasiones estamos
frente a una problemática a la cual no se le brinda la atención y la importancia que amerita.
En consonancia con lo señalado anteriormente se torna indispensable la exigibilidad en
manos de las autoridades correspondientes, teniendo en cuenta que ante un daño de esta
índole se generará según reza nuestra Ley Suprema en el Artículo 41, la obligación de
recomponer.