Abstract
La educación tradicional, abocada al desarrollo de la inteligencia académica no ha
incluido la formación integral de la persona abarcando la inteligencia emocional y
espiritual que son tan importantes para desarrollar una vida plena. Esta investigación
tuvo como objetivo principal el desarrollo de las competencias emocionales de los
alumnos de primer año de educación secundaria para posteriormente hacerse extensivo
a todo el nivel. Las actividades abarcaron las cinco competencias básicas: conciencia de
las emociones, regulación emocional, autonomía emocional, competencia social y
competencias para la vida y el bienestar. La metodología fue la construcción colectiva
del aprendizaje, a través del diálogo y del arte. Se pensó de manera flexible para
acomodarse a los emergentes grupales y contextuales. Con miras al futuro se ha visto la
necesidad de brindar formación docente sobre la temática para optimizar los resultados.
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