La responsabilidad del Estado respecto a los accidentes producidos en sus rutas.

Abstract

La responsabilidad estatal ha ido evolucionando con el paso del tiempo, partiendo de la completa irresponsabilidad a la gran cantidad de deberes que hoy existen. Según el lazo que lo conecte con la víctima del daño, el Estado puede incurrir en responsabilidad contractual o extracontractual; este trabajo se enfoca en la responsabilidad extracontractual, analizando dentro de ella los diferentes tipos de responsabilidad que pueden darse: por acción u omisión, por actividad lícita o ilícita, por el hecho propio o de terceros. En Argentina, la Ley 26944 regula la responsabilidad del Estado, ya que el Código Civil y Comercial establece que la misma no podrá ser regulada directa ni subsidiariamente por sus disposiciones. El problema reside en que esta Ley solo rige en 4 provincias, encontrando la responsabilidad del Estado un vacío legal en algunas de las demás, solo en algunas, debido a que existen provincias que la han regulado dictando su propia legislación. Respecto del tránsito, la Ley 24449 regula esta actividad minuciosa y uniformemente a lo largo de todo el país. Quien transite por rutas argentinas encuentra dos tipos de vías, las concesionadas y las estatales, aparentemente las diferencias entre ellas son pocas, pero analizándolas profunda y jurídicamente, se pueden encontrar diferencias en casi todos sus aspectos: en quién debe mantener la vía en buen estado, quién debe velar por la seguridad de quienes transiten por ella, quién está encargado de la señalización, qué órganos actúan sobre ellas, etc. Una de las diferencias trascendentales que existen entre dichas rutas radica en las eximentes de responsabilidad que puede alegar el Estado según el tipo de ruta; las eximentes deben cumplir una serie de requisitos para operar, en caso de hacerlo, permitirán al Estado desligarse completamente o reducir en alguna medida su responsabilidad por los daños derivados de un hecho dañoso.