Abstract
La importancia de la calidad institucional para el progreso de los países es aceptada cada vez más en el ámbito académico donde proliferan los estudios que analizan los efectos positivos que una mayor calidad genera. Algunos de esos efectos son un mayor nivel de PIB per cápita, un mayor volumen de inversiones e innovación, mayor calidad ambiental y una mejor calidad de vida.
El presente trabajo, no obstante, busca considerar un tema lógicamente anterior. No ya explorar las consecuencias de las buenas instituciones sino sus causas. En particular, busca responder a la siguiente pregunta: ¿Si la calidad institucional es importante para el progreso de las sociedades, qué es lo que determina que algunas hayan logrado una mejor calidad que otras? La búsqueda de esta respuesta nos llevará a considerar el papel que cumplen las ideas en las instituciones que evolucionan en una determinada sociedad.