Abstract
Ser víctima de violencia de género en el ámbito doméstico implica vivir bajo una agresión reiterada y constante en la esfera de la intimidad, puesto que la conducta ilegítima del agresor hacia su víctima aparece en todo momento, generando un estado de peligro inminente. El presente trabajo analiza si deben valorarse de manera distinta los elementos del instituto de la legítima defensa en los casos de violencia de género en el ámbito doméstico conforme a nuestro ordenamiento jurídico. Para ello es necesario juzgar con perspectiva de género para hacer efectivo el derecho a la igualdad y no discriminación, y eliminar los modelos propios de las sociedades androcéntricas.