Aborto no punible por violación

Abstract

El aborto a partir de encuadrarse como delito contra la vida en el C.P., estableciendo sin duda que nuestro ordenamiento legal protege la misma desde el momento de la concepción. Podemos definir al aborto como la interrupción del embarazo de una mujer por la muerte del feto sea causada por la propia madre o por un tercero, dándose o no la expulsión del seno materno. De acuerdo al mismo nos centraremos precisamente en el Art. 86, inc. 2 del C.P.: “Si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto”. Artículo de discordia por juristas como por sentencias judiciales en cuanto al alcance del mismo y la accesibilidad a practicar un aborto legal. Abriéndose dos tesis marcadas, una de ellas la restrictiva apoyando solo a las mujeres dementes o idiotas motivo de violación. Y por otro lado, la amplia afirmando la práctica de aborto legal hacia cualquier mujer violada. Resulta importante decir que el sistema jurídico argentino nada establece acerca del derecho a la vida del embrión de forma expresa, como si lo hace en referencia a una persona ya dada a luz que goza en plenitud de todos sus derechos. Dicha diferenciación en cuanto al reconocimiento y estatus jurídico del embrión con el de las personas que se hace a lo largo del sistema normativo en sus diferentes ramas. La problemática se plasma a la hora de practicar un aborto legal, más allá del paradigma social instalado en cuanto a la temática, dejando de manifiesto que la despenalización en determinadas circunstancias tal como es en caso de violación no ha resultado suficiente para garantizar el adecuado acceso a la atención pública de la salud reflejando una brecha entre lo que la norma dispone y su vigencia, es decir, que ni la prohibición legal inhibe la realización de los abortos, ni los permisos aseguran a la debida y oportuna atención médica a la mujer.