El diseño de los libros de cuentos como medio para estimular los hábitos de lectura en niños de cuatro años.
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Author
Montes, María Fernanda
Abstract
Ya no hay dudas de la importancia de brindar a los niños oportunidades de interactuar con gran variedad de textos de circulación social; tener una buena biblioteca en la escuela y posibilitar el préstamo de los materiales. Tampoco parecería haber dificultades para aceptar la necesidad de que haya momentos de lectura por parte de las maestras o los padres; y otros por parte de los niños (individual o colectivamente; silenciosamente o en voz alta).También se considera útil que los niños narren cuentos, tratando de usar las palabras del autor al reconstruir las historias. Asimismo, se comienza a considerar importante que el maestro proponga lecturas o que dé posibilidades a los niños que elijan las suyas. Todas éstas son estrategias que se pueden utilizar para generar intercambios de lectura y permitir la familiarización de los niños con estos materiales.
Ahora bien, ¿cómo favorecer para que estos intercambios posibiliten que los niños puedan avanzar como lectores autónomos y críticos, desarrollando hábitos de lectura que se mantengan en las posteriores etapas de su vida? ¿Cómo será posible que los niños establezcan una relación espontánea y natural con los libros, que amen y se sumerjan en el placer y entusiasmo de la lectura?
En este sentido, los tipos de intervención propuestos por los docentes y/o padres serán de suma importancia; pero es preciso advertir que el diseño y atractivo de los materiales de lectura jugarán un papel significativo en la motivación que los niños sentirán frente a los libros de cuentos.
Teniendo en cuenta que “leer es mucho más que sonorizar las letras”1 y que los niños de 4 años aún no saben leer de la manera tradicional, se considera de suma importancia la incorporación de elementos gráficos tales como: colores, formas, texturas, materiales, imágenes y tipografías; a fin de permitir que los niños formen un sentido sobre “la historia” que se les cuenta a partir de éstos y se sientan motivados a “leer” dichos libros.
“Leer es básicamente -en su "grado cero", digamos- adoptar la posición de lector. Es decir, retirarse un poco frente a lo que nos intriga, nos provoca y desconcierta, y desde allí, desde ese retiro, recoger indicios y construir sentido, hacerse una conjetura, un sentido más o menos habitable, que vuelva "lo que está ahí", siempre enigmático y mudo, más entendible, o más acogedor, o más tolerable, o más propio. No podemos tratar con lo otro ni con nosotros mismos sin construir significaciones.”2
El presente trabajo estará orientado a descubrir de qué manera se logra, a través del diseño de los libros de cuentos, captar el interés de los niños de 4 años hacia la lectura. Su origen surge de la necesidad de estimular el hábito de lectura en edades tempranas, ya que se considera que de esta manera es posible que el individuo potencie sus capacidades de expresión, creación, imaginación y conocimiento.