Abstract
Este texto aborda mediante una trayectoria escolar un desao a lo que habitualmente
entendemos por “natural”. N. no toma nota, no participa en clase ni resuelve evaluaciones. Pero escucha, hace silencio cuando otro habla y firma la hoja en blanco del examen.
Mientras una duda nos carcome como docentes ¿Cómo hacer para que responda? ¿Es
educable? Desde ese lugar se plantean las evaluaciones en nivel secundario. N. nos
desaa su silencio, nos desaa su respetuosa desidia y no podemos comprender cómo se
sale de los estándares de alumno clásico. Se “lleva” todas las materias, pero las “saca” en
las mesas de examen. Esta situación nos invita a preguntarnos ¿Cómo y cuándo aprende
N.? El texto se cuestiona si la pobreza constituye una frontera para su educabilidad.
Año 2022, Número 2.