La constitución de la subjetividad en la precariedad laboral: las representaciones del trabajo en los recicladores informales de residuos.
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Author
Carola, Martín
Abstract
El trabajo entendido como relación social es una categoría medular en la sociología. Su relevancia como estructurador de las relaciones sociales puede rastrearse ya en clásicos de la disciplina como en Marx, Weber o Durkheim. Esta centralidad como categoría de análisis llegó a plasmarse explícitamente al erigirse en un campo particular de estudio dentro de esta disciplina, la sociología del trabajo, que comprende una multiciplicidad de autores, conceptos, escuelas y paradigmas. En los primeros tratados sobre el tema puede percibirse como principal objeto de estudio al trabajo asalariado e industrial que llegó a ser hegemónico hasta la década del ´60. A partir de 1970 se empieza a debatir y constatar importantes mutaciones en el mundo del trabajo (Robert, Castel, de la Garza Toledo) llegando inclusive a hablarse del fin del trabajo debido a la supuesta pérdida de centralidad de esta modalidad de práctica laboral. Como señala Antunes (1999), en la actualidad, el mundo del trabajo se presenta de modo fragmentado, heterogéneo y complejizado, no obstante, para este autor, no pierde centralidad. Ubica dos procesos en curso debido a los cambios tecnológicos y organizativos en los modos de producción, por un lado, hay reducción del proletariado industrial y fabril, aumentando los trabajos especializados, por el otro, una propensión a la subproletarización del trabajo “…bajo las formas de trabajo precario, parcial, temporario, sub contratado, tercerizado, vinculados a la economía informal.” (Antunes, 1999:45). A tono con estas afirmaciones, Robert Castel (2002) sostiene que el trabajo no ha perdido centralidad como estructurador de las relaciones sociales sino que ha sobrevenido una metamorfosis, pierde seguridad el vínculo laboral, pero se mantienen las estructuras que le dan sentido. Antes el trabajo brindaba seguridad mediante las prerrogativas asociadas a la condición de asalariado que protegían de los riesgos sociales al conjunto de población (Castel 2002), ahora, se constata una precariedad generalizada. En el presente trabajo adherimos a las hipótesis centrales de los autores referidos afirmando que re-estructuración capitalista, cambios tecnológicos y organizativos, reformas estatales (achicamiento del estado, privatizaciones y variaciones en los marcos regulatorios del trabajo) implican nuevas modalidades de trabajo pero no desplazan su centralidad.
Entre estas nuevas manifestaciones surge el cartonero. La existencia de la figura y la práctica del ciruja se constata desde hace varias décadas, lo nuevo es el proceso de expansión de esta actividad y en algunos casos la re-organización de esta labor en cooperativas e incluso intentos de sindicalización. No obstante, la mayoría de los trabajadores que realizan esta actividad lo hacen de manera individual, fuera de todo marco regulatorio, en condiciones de precariedad y expuestos a todo tipo de riesgos.
Vamos a considerar al cartoneo1, no como un trabajo marginal ( que se realiza al margen de la modernidad y los procesos de acumulación capitalista), ya que como veremos, esta práctica laboral no está excluida (en el sentido de “estar afuera”) de los procesos productivos, ni tampoco se desarrolla al margen de los mismos, sino que se inserta dentro de un círculo de producción regido por la lógica de acumulación capitalista en donde la industria del reciclaje encuentra a su disposición y acorde a sus intereses una mano de obra híper-flexibilizada y a mínimo costo, es decir, obtiene trabajadores “hechos a medida”2: la reestructuración capitalista a la vez que expulsa trabajadores, posibilita la emergencia de ocupaciones precarizadas, de explotación y dominación en el campo laboral rentables para el capital, que son ocupadas por los mismos trabajadores expulsados. Este sería el lugar que objetivamente ocupa el cartonero dentro de la estructura de relaciones que conforman el circuito económico de reciclaje y dentro del campo laboral en general. Ahora bien, ¿qué sucede a nivel subjetivo con los trabajadores que ocupan esas posiciones dominadas? ¿como se configuran las representaciones del trabajo en estos agentes? A propósito, Pierre Bourdieu señala que, además de dar cuenta de las estructuras objetivas en donde se llevan a cabo las prácticas “las representaciones también deben ser consideradas si se quiere dar cuenta especialmente de las luchas cotidianas individuales o colectivas, que tienden a trasformar o conservar esas estructuras” (1996:129).
Por lo tanto, nos interesa ver como las representaciones del trabajo de los cartoneros se ajustan o no a la posición dominada que ocupan dentro del campo laboral. Es decir, si los sujetos están “hechos a medida” acorde a las necesidades del capital también en el ámbito de lo subjetivo, percibiendo su lugar en este campo como natural o si presentan resistencias y luchas simbólicas re-significando y dignificando su labor a través de su discurso, rechazando y reformulando las visones dominantes de lo que es el trabajo digno. A decir de Alicia Gutiérrez: “… el habitus es, por un lado, objetivación o resultado de condiciones objetivas y por otro, es capital, principio a partir del cual el agente define su acción en las nuevas situaciones que se le presentan, según las representaciones que tiene de las mismas. En este sentido, puede decirse que el habitus es, a la vez, posibilidad de invención y necesidad, recurso y limitación.” (1997:69) Si el actor posee una representación del trabajo de cartoneo como una ocupación que no es dignificante, que ni siquiera se puede considerar un trabajo (por lo tanto legitima las visiones o representaciones dominantes de lo que es un trabajo legítimo), podría aceptar como naturalizadas o raificadas las condiciones extremadamente precarias y de explotación que se ejercen sobre ellos dentro del circuito productivo del reciclaje y en el marco del campo laboral en general. En cambio, si este presenta resistencias y luchas porque su trabajo sea considerado digno como cualquier otro trabajo, quizás habría potencialidades para la reorganización de su labor en marcos de cooperativas o tal vez un germen para la sindicalización en pos de implementar estrategias para lograr una mejor posición dentro del campo en donde actúa. En consecuencia, la presente investigación intentará dar cuenta de las representaciones que del trabajo posee este grupo ocupacional, deviniendo los procesos de constitución de la subjetividad en un “termómetro” (entrecomillado propio) de los cambios sociales y estructurales del mundo del trabajo, rescatando el carácter constructor y trasformador de la subjetividad en la realidad social y las luchas simbólicas que en esta dimensión de los social se llevan a cabo. Por consiguiente el problema de investigación será planteado del siguiente modo: ¿Como se configuran las representaciones del trabajo en los recicladores informales de residuos?