Política fiscal: ciudadanía y representación
Author
Caisutti, Marcos
Abstract
Mediante el presente trabajo me propongo analizar de qué manera incide el actual
régimen fiscal federal en la conducta de: a) de los ciudadanos y b) de lo s representantes
políticos tanto en el gobierno federal como en los sistemas subnacionales.
El objeto de estudio se articula alrededor un concepto general de ciudadano, entendido
como condición social de un miembro nativo o naturalizado de un Estado con derechos y
deberes definidos tanto en su dimensión civil como política y fiscal. De manera analítica se
dividirá a la ciudadanía en dos ámbitos diferentes como lo son: a) el rol de votante y b) el
rol de contribuyente.
El primer rol propuesto, votante, tiene un interés particular pues se trata de sujetos que
deciden acerca del estilo de gobierno y de las políticas que se aplicarán en cada distrito. En
este trabajo se analizarán algunas de las razones que llevan a los sujetos a elegir por las
opciones electorales, teniendo siempre presente la política fiscal y de que manera se
financia el gasto en las provincias.
El segundo rol, que es motivo de investigación, es el de ciudadano como contribuyentes
dentro de un sistema cuya funcionalidad esta caracterizada por la ineficiencia. La falta de
claridad con respecto a los destinos de fondos públicos, en principio, parece implicar
desconfianza y ser un factor desmotivante para los ciudadanos al momento de pagar sus
impuestos. Suponiendo que el planteamiento fuese afirmativo, deberíamos preguntarnos si
la desmotivación implica necesariamente la evasión.
En este sentido cabría interrogarse acerca si la desconfianza es al sistema o al gobierno
encargado de administrar los fondos públicos, debido a que la evasión en los últimos 10
años se ha mantenido porcentualmente estable 1 a pesar de los cambios de gobiernos.
Es importante señalar otro aspecto de sumo interés con relación a la evasión, este es que
los individuos que no pagan impuesto siguen siendo sujeto de derecho en toda su plenitud,
inclusive se generan nuevos privilegios para quienes no han sido fiscalmente responsables,
como es caso de las moratorias.
1 Según datos de la AFIP sobre estimaciones.
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Lamentablemente se hace extremadamente difícil obtener datos sobre el porcentaje de
ciudadanos que no pagan impuestos, ya sea porque pueden evadir impuestos nacionales
(consumo, ganancias, o declarando menor salario, bienes personales, etc.); provinciales (no
pagar rentas; automotores; ingresos brutos y / o sellos) y / o tasas municipales ya sea como
sujeto o por personería jurídica o ambas.
La acción de no pagar los impuestos no implica de manera alguna la pérdida de derechos
hasta que la justicia no sanciona al infractor, por lo cual el evasor puede, por ejemplo,
concurrir a sufragar. Puesto que los individuos o sujetos de hecho en un Estado gozan de
derechos y obligaciones se los conceptualiza como sujetos de derecho, esto quiere decir que
obrarán de acuerdo a lo que las leyes prohiben, obliguen o permitan.
El otro grupo a analizar es el de los representantes, en particular, a los gobernadores de
las provincias. Estos están definidos como individuos que detentan el poder para
administrar los recursos públicos. Son elegidos en elecciones legalmente establecidas en
donde se legitima por parte de los votantes que los individuos elegidos tienen el poder de
decidir sobre cómo se financiará la provisión de bienes públicos.
Como se describirá en el capítulo 6, en nuestro país se produce una magnificación del
gasto público, el gasto innecesario no esta ligado al costo de proveer bienes público sino se
trata de los altos costos que se produce con relación al sobreempleo y a la falta de esfuerzo
administrativo de los gobiernos provinciales. La situación descrita se produce, como se
analizará mas adelante, en parte por el estilo de gobierno y en parte porque el régimen
fiscal así lo permite.
La política fiscal existente en nuestro país se ha diseñado de manera centralizada, es decir
los impuestos en su mayoría son recaudados por el Estado Nacional, a través de la
Administración Federal de Ingresos Públicos y luego transferidos a las órbitas provinciales
Por último estas realizan trasferencias a los municipios. Aunque de hecho existen
trasferencias directas desde el gobierno central2 a las municipalidades, estas son de carácter
extraordinario y los montos son mínimos en comparación con el total de erogaciones
existentes.
2 Los términos gobierno federal y gobierno central se usarán indistintamente para conceptuar a la
Administración del Estado Nacional. De la misma manera se utiliza indistintamente provincia, distrito o
jurisdicción.
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Estructurado de una manera compleja, el sistema fiscal pierde un principio básico: la
correspondencia en donde los ciudadanos conocen cuál es el destino del dinero que aportan
obligatoriamente en concepto de impuestos, en el distrito donde votan. Este principio es
doblemente favorable para los ciudadanos, en primer lugar porque exige mayor
transparencia con relación a la recaudación y el gasto público. El segundo aspecto es el de
permitir ejercer un control ciudadano con relación a la administración provincial.
En la actualidad Argentina posee un complejo sistema fiscal en el cual existe un laberinto
de transferencias, asignacio nes y aportes que es poco probable que los ciudadanos lo
comprendan en términos teóricos o al menos conozcan en detalle cuál es el destino del
dinero que ellos pagan en concepto de impuestos.
Esta situación permite que las explicaciones, sobre las conductas de los contribuyentes,
se articulen alrededor de dos aspectos: la desconfianza y a la desmotivación de los
contribuyentes a la hora de pagar sus impuestos. Explicaciones que se basan en una única
causa del problema, tomando a los individuos como seres desmotivados debido a ser
ignorantes absolutos con relación al destino final de los fondos. No parece ser, al menos en
primera instancia, que esto sea así.
En muchas ocasiones los individuos reaccionan contra la corrupción, los excesos del
gasto público, salarios de los políticos, sobredimensionamiento de la planta laboral de la
esfera pública y otras situaciones. Las reacciones se producen porque advierten que se esta
malgastando el dinero de sus impuestos, esto significa que más allá de cuán exacto sea el
conocimiento acerca del funcionamiento del sistema fiscal, saben que deben pagar sus
impuestos para garantizar el funcionamiento del Estado.
La idea de este trabajo es realizar un análisis detallado, partiendo de la premisa que existe
una multiplicidad de elementos que intervienen en cualquier conflicto, es necesario indagar
si existe irresponsabilidad administrativa y complicidad ciudadana generada a partir de un
sistema fiscal complejo como el actual.
No sólo se ha diluido la correspondencia sino también se afectó de manera importante la
representatividad en los distritos. Pues los gobernadores han perdido la autonomía
recaudatoria y se han delegado responsabilidades de financiamiento al gobierno central. Por
lo tanto los ciudadanos de las diferentes jurisdicciones no pueden ejercer un control directo
sobre las autoridades locales. Este hecho se pone de manifiesto cuando faltan recursos en
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las provincias para financiar obras o pagar salarios, y la responsabilidad recae sobre el
Gobierno Nacional.
Estos conceptos se utilizan para describir la realidad de nuestro país. Debemos recordar
que Argentina es un país Republicano y Federal. Esta forma de gobierno esta expresada en
la Constitución Nacional. El régimen federal de gobierno ha sido descrito por Tocqueville3
como una ventaja para los países:
Uno de los aspectos que se analizarán, en relación con los gobernadores, es la debilidad
del federalismo. Pues el régimen fiscal ha centralizado la recaudación de impuestos y esto
corroe el principio de representación federal.
La falta de correspondencia y de presión tributaria en las provincias esta estrechamente
ligado a la política fiscal vigente en nuestro país. Los gobernadores solo pueden el recaudar
una parte de lo que gastan, ale jándose del óptimo que se puede expresar de la siguiente
manera RP/GPP4= 1, donde los recursos propios son iguales al total de ingresos que tiene
la provincia y el gasto público provincial se define como todas aquellas erogaciones que
realiza el gobierno provincial. El GPP se financia con RP más las transferencias del
gobierno nacional (TGN).
En promedio RP/GPP= 0.315, sólo Capital Federal tiene un porcentaje de financiamiento
con recursos propios mayor al 50%. Es decir que el resto de las provincias recaudan menos
de la mitad de lo que gastan, por esto dependen de recursos nacionales derivando en la
actual situación de equilibrio. A este problema se le suma la idea de las administraciones
subnacionales que comprenden que la fuente común de recursos no es interminable, sin
embargo recurren asiduamente a salvatajes financieros 6 (bailouts). Estando seguros que la
Nación gira aportes extraordinarios cada vez que son requeridos.
3 Aron, R.: “Las Etapas del Pensamiento Sociológico”. Fausto. Buenos Aires.1996.
4 RP (Recursos propios de cada jurisdicción) y GPP (Gasto Público Provincial).
5 Dato de elaboración propia a partir de información del Ministerio de Economía.
6 Fondos de carácter extraordinarios que gira la Nación para cubrir déficits fiscales de las provincias.
Se ha creado un sistema federativo para aprovecharlas diferentes ventajas
que resultan de la magnitud y la pequeñez de las naciones. Basta con echar
una ojeada a los Estados Unidos de América para percibir todos los bienes
que obtiene con la adopción de este sistema.
La idea de los gobiernos provinciales sobre que la Nación es una fuente inagotable de
recursos y esta disponible para cubrir cualquier tipo de desfase financiero producto de la
irresponsabilidad administrativa, es propia de una estructura que permite decidir sobre el
gasto y no sobre la recaudación. Este pensamiento emerge de un cálculo racional simple: si
la provincia no recauda y no puede obtener créditos para financiarse el Estado Nacional
transferirá fondos aunque sea para el pago de intereses de deuda.
Esto significa que todas las provincias disfrutan de las transferenc ias desde el fondo
común pero no todas realizan contribuciones al mismo.
La situación descrita anteriormente, no sólo perjudica el funcionamiento de la estructura
estatal, sino también los particulares (ciudadanos, organizaciones, etc.) se ven afectados,
como se analizará más adelante por las decisiones tomadas en la esfera pública.